REIKI RYOHO

El paciente...
Cada nota de la música suave se preocupa de tu alma, mientras que unas cálidas manos cubren tu cuerpo. Sientes que se mueven de una posición a otra. Te sientes seguro, amado y aceptado así como eres. Hace tiempo que no sentías este toque.
Pensamientos y emociones vienen y van, llevándote en un viaje de profunda relajación.
Y de repente es probable que sientas un sinnúmero de manos recorriendo tu cuerpo.
¿De dónde vienen todas estas manos? ¿Habrá entrado a la habitación algún otro practicante de Reiki, o el practicante se habrá convertido en una deidad budista con miles de manos?.
En algunos sitios el calor de las manos es tan intenso y parecen formar parte tu propio cuerpo. Desearías que se quedaran allí, donde están, para siempre, y un profundo suspiro se escapa de tu pecho, llevándose las tensiones del día.
Y de repente te escuchas estornudando. Has entrado en un elevado estado> de conciencia. En este momento te encuentras a ti mismo. Eres primitiva conciencia, puro conocimiento, carente de atributos, conceptos morales o intelectuales. ¡Ah!
¡Qué momento de paz...!

El camino espiritual
Aquí es donde Reiki comienza a ser un camino espiritual, porque este momento es el mismo que el Dr. Usui experimentó en el Monte Kurama en marzo de 1922. Había estado sentado meditando durante 21 días, buscándose a sí mismo. El día final de su retiro, pudo experimentar la fuerza de la vida universal por primera vez. Reiki, como la conocemos, nació en esta experiencia. Esta experiencia o "Satori" dio a luz a Reiki.
Lo más sorprendente es que todos los involucrados en Reiki: tanto los practicantes como los receptores/pacientes atraviesan la misma experiencia una y otra vez sin darse cuenta de ello.

El practicante
La toma de conciencia es uno de los factores clave en cualquier camino espiritual.
Recuerda una de las leyes más importantes de los trabajos internos de tu mente: en donde enfoques tu atención, crecerá. Si te enfocas en tus dificultades personales, se magnificarán. Pero si te enfocas en un espacio que trascienda a ambos practicante y receptor, los dos desaparecerán en un océano de energía. El ego se disuelve temporalmente. Cuando el ego se ha derretido, desaparecen los límites imaginarios entre "Tú" y "Yo". En este momento el trabajo real comienza. Ves al paciente como es, sin querer
cambiarlo, sin querer mejorarlo, hacerlo sentir mejor, más saludable, o un mejor ser humano. Lo ves en su luz divina y como esa luz se manifiesta, te ves a ti del mismo modo. Cuando el practicante y el paciente se han vuelto uno, el practicante encuentra una visión holística del receptor enfrente de su ojo interno. Por primera vez eres capaz de ver al paciente como un todo orgánico. Y esto tiene implicaciones de largo alcance. Puedes darte cuenta de sus necesidades, lo que quiere y los deseos de su alma.

El acercamiento a Reiki en Occidente
Reiki evolucionó en forma diferente en las escuelas dentro y fuera de Japón. Desde el tiempo en el que Hawayo Takata introdujo Reiki al mundo occidental, ha ido cambiando considerablemente. Hawayo había estudiado con el Dr. Hayashi, quien había desarrollado su propio estilo. Este sistema fue modificado nuevamente para hacerlo aceptable y fácil de practicar en Occidente. Por esta razón es que Takata agregó un sistema de posiciones de las manos sistemático, que todos conocemos como las posiciones de las manos en Reiki. Además agregó un sistema para auto-tratamiento que todos hemos aprendido hasta amarlo. Este sistema es maravilloso, efectivo y seguro. Seguro en el sentido de que el practicante sigue un camino bien marcado a lo largo del tratamiento.
Ambos, él y el paciente saben qué esperar y dejan todo lo demás a la energía. Se dice que la energía encuentra su camino hacia las áreas que necesitan atención, y esto es verdad. Pero esto es sólo la mitad del pastel de manzana.

El acercamiento a Reiki en Oriente
El modo oriental enseña al practicante a encontrar las áreas que necesitan más energía sin preguntarle al paciente. Esto es enseñado al alumno por sus maestros durante un largo período de tiempo. Uno se encuentra semanalmente con su maestro y va progresando en este camino, bajo su guía. Este acercamiento no incluye un sistema de posiciones de las manos "lista/hecha", porque no hace ninguna falta. El alumno puede descansar confiadamente en la pericia de su maestro.
No se determina un tiempo estimado para cada posición de las manos, como veremos más adelante. La diferencia entre Occidente y Oriente se explica fácilmente.
Imagina una casa en llamas. Puedes echar agua sobre la casa entera y así extinguir el fuego, o puedes encontrar el lugar donde el fuego se originó y echar agua en el corazón del mismo y de este modo apagar el fuego sin mojar el resto.
Es claro que la mayoría de los practicantes de Reiki somos provenientes de
Occidente, y no tiene sentido para nosotros tratar de ser japoneses. Usar términos japoneses para Reiki no nos ayuda a los que no entendemos el idioma y la cultura lo suficientemente. Por otro lado oriente y occidente no son ubicaciones geograficas en el mapa.
Ellos son mas bien dos lados de la moneda humana- como los lados izquierdo y derecho de los hemisferios cerebrales.

Fusión de los hemisferios: la entrada a un tratamiento holístico
El camino más esencial hacia el corazón de tu paciente es el silencio. El silencio no es meramente el opuesto al ruido. A lo que me refiero es que es necesario estar en silencio tanto física como mental/emocionalmente.
Para estar mental y emocionalmente silente es esencial detener todo juicio. Mira a tu paciente de la misma manera que como miras un hermoso paisaje. No hay necesidad de hacer ningún otro ajuste, para hacer a la montaña que miras más empinada, y un árbol más alto que otro. Todo está perfecto en la forma en que está. Tu paciente es la perfecta emanación de lo divino...
Encontré que parece mucho más fácil empezar el tratamiento con una de las
posiciones en la cabeza, o sosteniendo sus pies. Ahora siéntete dentro de la energía de su cuerpo y olvida todo lo demás. Vuélvete una caña de bambú para la energía de Reiki... puedes imaginar el cuerpo de tu paciente como un globo lleno con energía.
En algunos lugares esta energía fluye libremente y en otros está obstruida. Podrías llegar a "ver " los órganos internos, los chakras y el sistema del esqueleto. Puedes "ver" los músculos, los vasos sanguíneos y los meridianos entrecruzando el cuerpo como la Vía láctea en una clara noche de verano.De repente comprendes lo que su cuerpo/mente necesita.
Puedes simplemente saberlo, como sabes el sabor de una manzana. No es un conocimiento intelectual, pero sí existencial. Puedes sentirlo, como sientes el aire acariciando la superficie de tu piel. Puedes llegar a escuchar a una voz interna diciéndote lo que es necesario. Puedes tener la sensación de lo que el paciente necesita, o quizás puedas verlo con tu ojo interno. Si eres del tipo visual, es posible que veas colores o tintes etéricos rodeando el cuerpo del receptor.
O podrías llegar a sentirlo como una sutil sensación en tu propio cuerpo. Si esto sucede, no te preocupes si sientes algo de la enfermedad de tu paciente en tu cuerpo.
Estás utilizando tu cuerpo como instrumento de diagnóstico, y sabes que después del tratamiento no quedará en ti nada del sufrimiento de tu paciente.
Ahora ubica tus manos sobre la parte indicada y comienza con el verdadero tratamiento.


Verificando tu percepción
Quizás todo esto te suene raro, pero la buena noticia es que puedes verificar tu percepción con tus manos inmediatamente. Conoces todas las diversas maneras en las que tus manos deben sentir cuando Reiki está fluyendo en un área que necesita atención. Tus manos pueden ponerse muy calientes o incómodamente frías. En tus manos puedes sentir un hormigueo o sentir un magnético empujón o tirones. En ocasiones, como si se pegaran a una parte del cuerpo y fuera imposible sacarlas de allí. Es posible que tengas una sensación de pinchazos de alfiler o aguja, un latido, quemazón o hasta dolor en tus manos. Todas estas son señales de que estás tocando el lugar correcto. Manténte en esta posición hasta que tus manos se sientan "neutrales" nuevamente, igual a como se sentirían si estuvieran descansando sobre tus rodillas. Si para que esto suceda deben pasar veinte minutos, quédate donde estás. Trabajando sobre enfermedades crónicas o en una persona gravemente enferma, puede llevar mucho, mucho más tiempo... Después, te darás cuenta cuándo estás listo para cambiar de lugar tus manos porque tendrás un buen sentimiento hacia lo que está sucediendo con tu paciente y pronto la siguiente posición se presentará ante ti.

La actitud interna
Mientras estés trabajando sobre tu paciente, olvida de todo lo demás.
Deja ir a tus pensamientos y emociones, tus conceptos y opiniones, y entrega al paciente todo lo que tienes. Tócalo con el mismo amor y tierna delicadeza con la que tocarías a un bebé recién nacido. Sé con él tan íntegro como puedas: incluye todos tus sentidos, tu percepción, tu mente y corazón en el tratamiento. Entonces, la práctica de tu totalidad cuerpo/mente/alma se convierte en una herramienta en las manos compasivas de Reiki; y luego la magia sucede por sí misma. El Dr. Usui está sentado sobre el Monte Kurama de tu corazón...


Copyright 2004, Frank Arjava Petter

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