La única y verdadera obediencia es aquella dirigida al Alma.
De esa dimensión de nuestra propia conciencia proceden las
señales, las orientaciones e intuiciones a ser obedecidas.
Cuando obedecemos, todos nuestros sentidos están al servicio del Alma.-
tagPlaceholderEtiquetas: metafisica, TERAPIAS, angeologia
Escribir comentario